miércoles, 24 de noviembre de 2010

Impacto del insomnio en la calidad de vida

Este problema no sólo se refiere a la ausencia de sueño, también a su intermitencia o término anticipado durante la noche. Sepa por qué ocurre y cómo afecta al organismo.

Dormir pocas horas o despertarse más temprano de lo habitual es un cambio que puede pasar desapercibido, gracias a los diferentes mecanismos compensatorios que posee el organismo.
El problema se presenta cuando estas alteraciones se hacen frecuentes y sin consecuencias más evidentes que un simple cansancio diario, que se puede suplir con una siesta, un café o una medicación recetada por un especialista.
"El sueño puede alterarse por múltiples circunstancias, como acontecimientos importantes o situaciones difíciles que estamos enfrentando, por ejemplo, una enfermedad, un cuadro de stress, cáncer u otras patologías que provocan dolor", explica el doctor Mauricio Bravo, neurólogo de Fundación Arturo López Pérez.
Muchas personas recuperan su patrón normal de sueño una vez que ha desaparecido el factor que provocó el insomnio o se acostumbran a vivir con él, tornándose en un problema crónico que en ocasiones es de difícil manejo médico.

Factores relacionados
Existen condiciones que determinan este trastorno del sueño. Ignorar el motivo del insomnio, los pensamientos negativos y el miedo a que se prolongue este problema son factores que producen mayor tensión a la hora de irse a la cama.
"Si al dormir se prolonga, las consecuencias pueden ser cansancio, alteración de la atención, problemas de memoria, irritabilidad, somnolencia, ansiedad y tensión", precisa el neurólogo.
Estos cuadros en ocasiones se presentan asociados a aumento en la ingesta de alimentos y cambios en los hábitos y horarios para comer.
Otras manifestaciones que se pueden presentar en el mal dormir son la activación del organismo, una sobre estimulación de pensamientos y de la actividad motora, además de un aumento desmedido del tiempo de permanencia en la cama, que resulta perjudicial.

Javiera Cancino


Extracto artículo Revista Vida y Futuro, más información en http://www.falp.org/








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